EL
MUNDO
23 mayo
2023
La
reducción de oxígeno aumenta la esperanza de vida en ratones
Pere Íñigo
Un estudio publicado en 'PLOS Biology' demuestra por primera vez en mamíferos que la
hipoxia crónica continua prolonga la vida un 50% y retrasa en el inicio de los
problemas neurológicos. Sería el equivalente a lo que experimentarían en el
campo base del Everest con un 11% de oxígeno
En todo el mundo, muchos grupos de investigación trabajan
para descifrar los secretos de la longevidad, para averiguar de qué manera se
puede influir en el envejecimiento y las enfermedades que lleva aparejadas.
Esa búsqueda ha permitido destapar ya algunas pistas que
pueden ser clave. Por ejemplo, se ha demostrado que algunos factores, como
llevar una dieta baja en calorías, se asocian, en general, con una mayor
esperanza de vida.
En estudios celulares y en modelos animales, como la mosca
de la fruta o los nematodos, también la restricción de oxígeno se había
relacionado con más años de vida, si bien no había datos de sus efectos en
mamíferos.
Un nuevo estudio publicado en la revista PLOS Biology cambia ese panorama y proporciona, por primera vez,
el impacto que tiene limitar la disponibilidad de oxígeno en mamíferos. Según
sus datos, en ratones de laboratorio también la restricción de oxígeno se
asocia con una mayor esperanza de vida.
En concreto, han demostrado que someter a una restricción de
oxígeno similar a la que se produciría a 5.000 metros de altitud aumenta hasta
en un 50% la esperanza de vida y disminuye el deterioro neurológico de estos
animales.
Dirigidos por Robert Rogers, del Massachusetts General
Hospital de Boston (EEUU), estos científicos realizaron distintos experimentos
en ratones modificados genéticamente para que experimenten un envejecimiento
prematuro. Al comparar la esperanza de vida de ratones expuestos a distintos
niveles de oxígeno, los investigadores comprobaron que los que vivían en un
entorno con una disponibilidad de oxígeno similar a la que tendrían a una
altitud de 5.000 metros vivían un 50% más que aquellos sin ningún tipo de
hipoxia o restricción de oxígeno. Así, la media de edad de los primeros superó
las 23,6 semanas, mientras que los últimos fue de 15,7
semanas de media.
Además, esa restricción de oxígeno también se asoció con un
retraso en el desarrollo de problemas neurológicos asociados a la edad. En su
trabajo, los científicos señalan el potencial de sus hallazgos, si bien
reconocen que son necesarios más trabajos antes de conocer su impacto en
humanos y los mecanismos implicados en esta relación.
"Resultados difícilmente extrapolables a humanos"
"Encontramos que la hipoxia crónica continua (un 11% de
oxígeno, equivalente a la que experimentarían en el campo base del Everest)
prolonga la vida un 50% y retrasa en el inicio de los problemas neurológicos en
un modelo murino de envejecimiento", ha señalado, en un comunicado,
Rogers. "Mientras que la restricción calórica es la intervención más
efectiva y mejor estudiada para incremental la esperanza de vida y la salud,
esta es la primera vez que se demuestra que la restricción de oxígeno resulta
beneficioso en un modelo de envejecimiento en mamíferos", ha añadido.
"Este estudio es una prueba de concepto muy interesante
sobre el efecto de bajos niveles de oxígeno en la longevidad de ratones, demostrando
lo que ya se había visto en otros modelos experimentales", ha señalado, en
declaraciones a Science Media Centre España, Cayetano
von Kobbe, científicos
titular en el CSIC e investigador en el Centro de Biología Molecular Severo
Ochoa.
Para Kobbe, "el modelo murino
de envejecimiento prematuro empleado es muy específico (mutación de un gen
implicado en la reparación del ADN), lo que limita las conclusiones. Lo ideal
sería compararlo con el efecto de bajos niveles de oxígeno en ratones wild type o normales, aunque eso implicaría ensayos de más de
dos años de duración, y no de seis meses, como los del presente estudio. Por lo
tanto, los resultados son difícilmente extrapolables a las personas, primero
por las diferencias obvias entre ratones y humanos, pero más si cabe, por el
hecho de utilizar un modelo de ratón con una mutación muy específica".
Por su parte Nabil Djouder, jefe
del Grupo de Factores de Crecimiento, Nutrientes y Cáncer del Centro Nacional
de Investigaciones Oncológicas (CNIO), ha subrayado que "este estudio es
significativo porque demuestra por primera vez que la "restricción de
oxígeno" puede prolongar la vida en un modelo de envejecimiento en
mamíferos. También contribuye a nuestra comprensión del impacto de los bajos
niveles de oxígeno en los organismos de mamíferos. Sin embargo, aún no se han
determinado los mecanismos exactos a través de los cuales la hipoxia ejerce sus
efectos. Sorprendentemente, la hipoxia no afectó significativamente a la
ingesta de alimentos y tuvo un impacto mínimo en marcadores de envejecimiento
como el daño del ADN o la senescencia, lo que sugiere que opera a través de un
mecanismo distinto de la restricción dietética"
"Las implicaciones de este estudio son significativas,
ya que sugieren que la hipoxia crónica continua podría ser una intervención
prometedora para prolongar la vida útil y retrasar el deterioro neurológico
relacionado con la edad. Este hallazgo puede tener implicaciones para el
desarrollo de terapias dirigidas al envejecimiento y a las enfermedades
relacionadas con la edad en humanos. Por ejemplo, vivir en condiciones con
niveles de oxígeno restringidos, como a gran altitud o en zonas montañosas,
podría prolongar la esperanza de vida. Sin embargo, se necesitarían más
estudios epidemiológicos para verificar esta hipótesis", ha señalado a SMC
España.
"Es importante reconocer que aún se desconocen los
mecanismos precisos a través de los cuales la hipoxia ejerce sus efectos. Es
necesario seguir investigando para conocer a fondo estos mecanismos y evaluar
las posibles aplicaciones terapéuticas de la restricción de oxígeno en
humanos", ha añadido.
"Si futuros estudios confirman los hallazgos y
demuestran su aplicabilidad en humanos, las aplicaciones potenciales podrían
implicar el desarrollo de intervenciones que simulen o imiten la hipoxia
crónica continua de forma controlada. Sin embargo, sería necesaria una
evaluación cuidadosa de los riesgos y beneficios para garantizar la eficacia de
tales intervenciones en poblaciones humanas".